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ERGONOMÍA EN COCINAS: CONFIGURACIONES DIRIGIDAS AL CONFORT DEL USUARIO.

Entre la preparación y degustación de un sinfín de creaciones culinarias pasamos hasta 600 horas al año en la cocina; hecho que remarca la vitalidad de establecer diseños ergonómicos que adecúen el mobiliario según las necesidades específicas de los habitantes del hogar. De forma creciente, en los últimos años ha cobrado importancia la concepción de cocinas funcionales, estéticas y sobretodo ergonómicas que le aporten calidad de vida y eviten lesiones en los usuarios.

 Además, en el contexto arquitectónico actual el espacio es cada vez más escaso, lo que ha producido nuevas necesidades que demandan una adaptación por parte de las propuestas de mobiliario de cocinas modernas. Por ello, la configuración de estos espacios debe responder a las exigencias emergentes de los estilos de vida que surgen progresivamente, cambiando el enfoque de antiguos criterios de ergonomía y practicidad.

Teniendo en cuenta las demandas expuestas anteriormente, se han llevado a cabo múltiples análisis referentes al uso de cocinas tradicionales, con el fin de optimizar las metodologías dirigidas a la potenciación de la interacción entre el individuo y el sistema de la cocina para aprender a diseñar un espacio ideal para cada hogar y sus requerimientos específicos. 

Selecciona la distribución y sigue el triángulo de trabajo

A pesar de la ayuda que proporcionan muchos accesorios y electrodomésticos, el trabajo en la cocina puede resultar muy agotador. Sin embargo, la organización eficiente del espacio disponible puede aminorar los obstáculos y movimientos antinaturales, al ordenar las distintas zonas de la cocina respetando las distancias y estableciedo rutas lógicas para hacer que el trabajo en la cocina sea creativo y más ligero.

Un factor que resulta indispensable para la delimitación de cocinas basadas en el confort es la distribución. Diversos expertos, recomiendan el uso de la regla del triángulo para establecer disposiciones adecuadas para cada espacio, dividiendo la cocina en tres áreas: la zona de lavado, una de cocción y la última de almacenamiento, precisando un triángulo en el medio de ellas como vértices para marcar el trayecto básico que se realizará con más frecuencia dentro de la cocina. La suma de estos tres lados que los conectan no debe exceder los 650cm.

Si el objetivo principal es conseguir una cocina ergonómica, independientemente de la distribución a elegir, debe respetarse el triángulo de trabajo como un concepto base a aplicar al proyectarse la distribución, con el fin de obtener una cocina mucho más funcional. Algunas de las distribuciones más utilizadas para diseñar una cocina ergonómica son:

Distribución en L: esta es comúnmente implementada en cocinas con dimensiones reducidas y espacios con formas rectangulares o cuadradas. Las piezas de mobiliario se distribuyen en dos paredes permitiendo aprovechar el espacio eficazmente.

Modulación en U: al proveer una accesibilidad total a cada área del sistema, las cocinas en forma de U brindan una gran ergonomía. En espacios muy amplios, pueden instalarse islas para añadir un componente adicional que facilite las actividades diarias.

Distribución paralela: en ella se distribuye el mobiliario en dos encimeras que se enfrentan para aprovechar al máximo el espacio horizontal, permitiendo un área de trabajo cómoda y con gran capacidad de almacenamiento.

Proyecto Residencial Casa H113 – Bogotá, Colombia.

Modulación en línea: es una de las más implementadas en cocinas pequeñas, ya que maximiza la eficiencia en dimensiones estrechas fijando todo el sistema en una misma pared para obtener una fluidez en el tráfico y atmósferas cómodas, prácticas y ordenadas.

Factores clave a tomar en cuenta para el diseño de cocinas ergonómicas

Existen cuatro aspectos básicos necesarios a considerar para la adecuación de la cocina a la comodidad y confortabilidad máxima del ser humano, estos son:

1.- La altura y profundidad: el usuario como medida en la planificación de la cocina.

La actividad frecuente ante encimeras demasiado bajas o por el contrario muy altas, obliga al individuo a contraer posturas incorrectas, que con el tiempo, pueden ocasionar consecuencias irreversibles para la salud. Como solución principal a este punto, resalta el ofrecimiento de encimeras con alturas distintas adaptables a las exigencias específicas de cada usuario, mejorando así la comodidad en el área de cocina. Este aspecto debe delimitarse desde el inicio de la planificacion del espacio, ya que determinará la altura de la salida de humo de la campana, así como la ubicación de los enchufes eléctricos y los muebles altos.

Las medidas tradicionales de 60 cm de profundidad para muebles bajos han evolucionado hacia profundidades más amplias, ofreciendo alternativas para sistemas desde 65 cm hasta 80 cm de profundidad. El aumento de la profundidad en estas piezas de mobiliario, permite bajar los muebles altos situándolos en posiciones mucho más ergonómicas y accesibles.

En cuanto a la profundidad clásica de 60 cm, se recomienda que la altura del panel posterior sea de 54 cm para posibilitar una visibilidad suficiente de la encimera. No obstante, la unidad de pared crea una sensación limitante que disminuye la movilidad del invidivuo con una posición inadecuada para ver y extraer el contenido. (Figura A)

Si se aumenta la profundidad de la unidad base a 65 cm, resulta factible bajar la unidad de pared para hacerla más fácil de ver y alcanzar, favoreciendo una mayor libertad de movimiento y mejor visibilidad en la encimera. Para lograr esto, se recomienda una altura de 48 cm para el panel trasero. (Figura B)

Por último, la profundidad de 80 cm cuenta con una sección posterior equipada y una unidad base de 60 cm que brinda una mejor visibilidad en la encimera. Para esta alternativa, la altura recomendada entre los muebles altos y la encimera es de 42 cm, permitiendo que el contenido del mueble de pared sea totalmente visible y accesible inclusive en sus estantes superiores. Esta opción aprovecha el espacio y lo explota anexando un contenedor práctico de 20 cm capaz de albergar electrodomésticos pequeños, enchufes eléctricos, una tabla de cortar y múltiples utensilios de cocina. (Figura C)

Principales ventajas de las encimeras ergonómicas de 80 cm de profundidad:

Bajo las profundidades tradicionales de 60 cm, incluso si el panel posterior es más alto, la ubicación del mueble da una sensación claustrofóbica y obstruye la vista de la encimera al momento de preparar los alimentos. (Figura A)

Por el contrario, las encimeras con una profundidad de 80 cm ofrecen superficies más grandes para trabajar y establecen una distancia segura entre el usuario y las unidades de pared, proporcionando una movilidad mayor y mejorando la vista en la encimera. (Figura B)

La altura en la que se instalan los módulos de pared tradicionales impide la visibilidad de los elementos ubicados en los estantes superiores, dificultando su uso, especialmente en personas de corta estatura. (Figura C)

Contrariamente, al optar por una profundidad de 80 cm, el usuario estará más alejado de los muebles altos, haciéndolos más visibles y accesibles. (Figura D)

Los módulos de pared con puertas que se abren tradicionalmente son obstaculizadores y  generan una indeseada sensación de confinamiento. Además, debido al hecho de que sus puertas están abiertas frecuentemente, se aumenta la probabilidad de que golpeen la cabeza del individuo al moverse. (Figura E)

La solución directa para esto es instalar puertas elevables equilibradas, ya que pueden permanecer abiertas todo el tiempo necesario, permitiéndole al usuario inclinarse sin temor a golpearse la cabeza y moverse libremente hacia los laterales. (Figura F)

2. Distancias mínimas para establecer un flujo de movimiento ideal

Entre la mesa y cualquier otro obstáculo, debe dejarse una distancia mínima de 120 cm para permitir que una persona camine detrás de otra que esté sentada en la dirección que se muestra en la ilustración. (Figura A)

Para posibilitar el trabajo de una persona que requiera abrir puertas y cajones detrás de otra persona que esté sentada, es necesario dejar una distancia mínima de 135 cm entre el borde de la mesa y el mueble detrás de ella. Si la unidad base tiene 80 cm de profundidad, debe aumentársele 15 cm a esta distancia. (Figura B)

Si se desea determinar la distancia ideal entre las encimeras y otros elementos situados frente a ellas, es indispensable tomar en cuenta las dimensiones necesarias para el desplazamiento de las personas y el espacio que ocupan los muebles bajos con sus cajones o puertas abiertas. (Figura C)

Si se cuenta con un lavaplatos eléctrico, debe dejarse delante de este un espacio libre de un metro para permitir la carga y descarga. Para que otra persona camine detrás de aquella que esté realizando esta operación, debe incrementársele al espacio vacío 70 cm adicionales si hay una pared en el lado opuesto. (Figura D)

3. Uso de cocinas suspendidas

La elección de una cocina suspendida simplifica en gran medida la limpieza debajo de los muebles. Contrariamente, las cocinas con zócalo son menos faciles de limpiar, imposibilitando una higiene perfecta. (Figura A)

Las cocinas suspendidas sirven además para calentar el suelo, ya que elimina todos los obstáculos para una perfecta difusión del calor. (Figura B)

(Base con Zócalo y Base Suspendida)

Electrodomésticos en una cocina suspendida

Lavavajillas eléctrico

El lavavajillas puede instalarse en un mueble columna, en una posición más alta que uno tradicional, haciéndolo más ergonómico. Su posición ideal es a la derecha del fregadero para facilitar la carga del mismo.

El Horno

Igualmente, el horno también se puede instalar dentro de un mueble suspendido fijado a la pared, haciendo que su uso sea más cómodo y ergonómico.

4. Gabinetes extraíbles

Los módulos bajos tradicionales con puertas y estantes, obligan al individuo a arrodillarse y  adoptar posiciones incómodas para extraer o guardar objetos en rincones casi inaccesibles y escasamente iluminados, hecho que progresivamente puede causar serios problemas físicos para la persona. (Figura A)

Al incorporar sistemas de almacenamiento extraíbles, el contenido de las unidades base se hace visible, accesible y mucho más fácil de alcanzar. (Figura B)

Para Design Group Latinamerica el ofrecimiento de soluciones óptimas para los hogares de nuestros clientes ha sido siempre una prioridad, y más aún cuando se trata de alternativas que tienen la capacidad de potenciar el bienestar a través de ambientes diseñados para brindar la máxima practicidad y confortabilidad.

Queremos ser la primera opción para ayudarte a idear la cocina de tus sueños, poniendo tu salud y comodidad como punto central al diseñar entornos que respondan a tus requisitos específicos ¡No dudes en contactarnos!

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