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QUÉ SON LOS MATERIALES ANTIMICROBIANOS Y CÓMO IMPLEMENTARLOS EN EL DISEÑO INTERIOR

Gracias a la llegada del COVID-19, se ha generado inevitablemente una concientización considerable sobre la salud y la higiene dentro de la industria del diseño de interior. Por lo tanto, ¿existirá una forma en la que los espacios se tornen inherentemente higiénicos y hostiles ante los microrganismos?

En un intento de predecir la trayectoria de las tendencias futuras en el diseño de interior, Design Group Latinamerica ha optado por examinar a profundidad los paradigmas de diseño actualmente establecidos y los cambios derivados de la pandemia Covid-19 y sus consecuencias. Una tendencia existente pero infrautilizada que crecerá en relevancia próximamente, es la integración de soluciones higiénicas en el diseño de los espacios internos debido a un cambio en la consciencia del público. Anteriormente, esta estrategia era considerada un lujo; reservada exclusivamente para usos específicos o para usuarios particularmente germofóbicos. Sin embargo, próximamente, sus aplicaciones serán esenciales en todos los hogares para velar por la tranquilidad y seguridad de cada propietario.

Proyecto Residencial Apto MZ empleando Pietra d’Iseo de la colección Protect de Cotto D’Este

¿Qué son los materiales antimicrobianos?

Para garantizar que un hogar se convierta en un espacio verdaderamente higiénico, es necesario diseñar un ambiente abyectamente hostil ante cualquier agente microbiano no deseado. Se hace evidente, entonces, que debemos crear espacios compuestos de elementos inherentemente inhóspitos para cualquier microbio y que genere poco o ningún obstáculo para sus usuarios. Para ello, nos recibe el advenimiento de los materiales antimicrobianos que, como su nombre lo indica, son capaces de eliminar rápidamente cualquier microorganismo en un corto período de tiempo

Anteriormente, estos materiales contaban con poca relevancia dentro del mercado del diseño de interior por sus beneficios limitantes y su precio exorbitante en comparación con otros productos similares. El cobre, por ejemplo, es uno de los materiales que tiene propiedades antimicrobianas de forma natural pero que rara vez se emplea en espacios interiores a excepción de fines selectos y particulares. No obstante, la creciente demanda de estos materiales y las nuevas innovaciones tecnológicas los tornará ubicuos en los hogares modernos. Estas innovaciones se basan en dos propiedades fundamentales: la hidrofobia y la fotocatálisis, ambas presentes de forma natural o añadida en diversas superficies de revestimientos.

La hidrofobia es la aversión natural de un material hacia el agua; lo que significa que, si un revestimiento tiene contacto con el agua, se deslizará o se podrá limpiar fácilmente. El vidrio o la porcelana son ejemplos de materiales que contienen naturalmente cualidades hidrofóbicas; sin embargo, los avances en el desarrollo de superficies de polímeros hidrófobos han creado materiales con esta capacidad acentuada. A pesar de que la hidrofobia no elimina ningún microbio, reduce drásticamente la transmisión de aquellos compuestos por agua (como es el caso de Covid-19).

La fotocatálisis, por otro lado, es un proceso que elimina directamente cualquier microrganismo que descansa sobre estas superficies. Esta propiedad es conocida por proporcionar a los materiales una habilidad auto-limpiante; tanto de la suciedad como de los microbios y se puede hallar en el dióxido de titanio: un compuesto químico de fácil acceso. En el mercado, ya se encuentran soluciones disponibles como Active de FMG; que consigue integrar con efectividad la habilidad auto-limpiante sin sacrificar el valor estético del producto. El principal inconveniente de este producto es que, como su nombre lo indica, para que funcione eficazmente debe existir una exposición directa a la luz solar (o al menos alguna forma de luz ultravioleta). Sin embargo, como hemos expuesto anteriormente los hogares en el futuro contarán con abundante luz natural.

Otro producto ligeramente diferente pero igual de eficaz, es el Protect de Cotto D’Este (en asociación con Microban), que apunta hacia el desarrollo de una superficie antibacteriana que no se encuentra sujeta a un catalizador. Al integrar plata en el recubrimiento, le otorga la capacidad de bloquear el metabolismo de la bacteria; convirtiéndolo en un material completamente higiénico.

Al examinar los materiales antimicrobianos, se hacen evidente sus limitaciones y su estrecha aplicabilidad en el diseño de interiores. Por lo tanto, se torna esencial formular estrategias que utilicen sus fortalezas de la manera más eficiente posible. El cobre, en lo particular, se ha destacado como un agente microbiano eficaz con una aplicabilidad restringida en los espacios internos. A pesar de ello, a lo largo de los siglos, nuestros antecesores han utilizado manillas de cobre como una estrategia eficaz para eliminar un agente común en la transmisión de enfermedades; convirtiéndose en una oportunidad para aquellos diseñadores que buscan educarse para obtener una combinación perfecta entre lo estético, lo funcional y lo higiénico. Por lo tanto, no es necesario atiborrar los espacios con materiales antimicrobianos; más bien, emplearlos en áreas “intensivas al tacto” o estratégicas con el fin de reducir el peligro potencial.

Últimamente, una mayor conciencia en la higiene pública se transmitirá también a la esfera privada. La tranquilidad que uno obtiene dentro de sus hogares podría desparecer con la transformación psicológica provocada por una pandemia. Si bien la mayoría de las personas han optado por implementar estrategias básicas para mantener su hogar libre de enfermedades (como quitarse los zapatos en la entrada o rociar desinfectante en las bolsas provenientes del supermercado), tienden a olvidarse de los verdaderos portadores de la enfermedad en sus hogares. Es sólo cuestión de tiempo antes de que la vivienda promedio tenga en cuenta el uso de materiales y estrategias antimicrobianas.